05 junio 2009

 

"Luego nos vemos ya si eso"

Este año he tenido que romper mi (absurda) promesa de no pisar el Primavera Sound - salvo que fuese a tocar - por cumplir otra. (Y mientras escribo esto, me doy cuenta de que en realidad, no he roto del todo la primera, así que fantástico).

Amigos y conocidos de todo pelaje me habían puesto la cabeza loca durante años con las bondades de este festival. Como en aquel chiste de Forges donde toda una ciudad el 30 de Junio decía al unísono "mañana salimos temprano para no pillar atasco", el que yo me decidiese por fin a ir, era síntoma claro de que iba a estar petao.

Y no solo era mi primer Primavera, sino la primera vez en 15 años que voy a un festival sin tener derecho a acceder a una zona reservada donde poder descansar bajo una sombra, o tomarme un refrigerio por la cara, a salvo de la marabunta. Ha sido un poco duro porque soy demofóbica. Confirmado. De hecho el sábado tuve tres amagos de crisis, y al cuarto decidí poner punto final y me quedé sin Black Lips, pero creo que gracias a no ser vip, he visto los doce conciertos que me había propuesto ver, de principio a fin y he vuelto a casa bastante fresca en comparación con fibes, festimades, sumercases y demás. 

Sin embargo, lo que más me ha llamado la atención es que toda la gente con la que me encontraba me hacía la misma pregunta: "¿Acabas de llegar ahora? ¡No te he visto!" No insultaré a vuestra inteligencia explicando lo que significa, porque lo que me apetece justamente es hacer una crónica social descafeinada y de chichinabo, que para la musical ya están los que de verdad entienden.

Nada más llegar a The Bats, y como era de esperar, vi a Ira Kaplan junto a la mesa de sonido. Igual es que su camiseta naranja me impedía ignorarle. Nos miramos de reojo, pero no nos saludamos, supongo, porque la última vez ya nos lo dijimos todo. A un par de metros encontré a David, del orensano Café Torgal, con quien hubiera querido pasar mas rato rajando de los éxitos inexplicables de "la escena", nuestro pasatiempo favorito.

Yo no me quedo tranquila en ningún concierto hasta que veo a David Saavedra. "Ya estamos todos; esto puede empezar" pensé cuando le vi acercándose hacia el escenario donde tocaban los Vaselines (que ¡a mí! sí me gustaron). Igual me pasa con Johan. Va siempre hecho un pincel; no me hubiera extrañado nada que tuviese un yate aparcado en el puerto. Rondaba por allí también J.M. Gallardo y su pelo, que siempre que le veo se lo tengo que tocar. Y Don Gonzalo, repartiendo sus chapas de amor/odio.

De camino a encontrarme con César Verdú en el escenario Vice, me crucé con Pedro Paper, muy alterado porque Andrew Bird no paraba de silbar. Creo que, uno por uno, fui encontrándome con todo el Nasti Crew en un momento u otro, pero siempre iban muy deprisa.

Con Anntona no hubo manera de coincidir tranquilamente en ningún momento. Me mandó, eso sí, un mensaje al móvil sufriendo con My bloody valentine, que decía "te escribo desde el noise". Genio.

A Pinker le vi de retirada y quedamos para la mañana siguiente en la piscina. Lo que pasa es que no llegué a tiempo a ninguna "mañana". Ni a ninguna piscina.

Tomando cañas a medio día del viernes estaba Diego Abad, en una terraza frente al Fórum. Nunca deja de sorprenderme su energía y aguante. Le dejé en buena compañía para irme a desayunar/comer con Jonston y Carmen, que se han portado tan bien, que no parecían ni ellos.

Según entraba por la puerta el viernes, me acerqué primero al puesto de Gramaciones Grabofónicas, porque había rumores de botellón, pero Manu Bang! me dijo que se había suspendido. Muy cerca estaba el stand de Austrohungaro y pasé a saludar a Genís y a Carlos. Hidrogenesse no son sólo el mejor duo del mundo, si no también una pareja encantadora. Al parecer lo han pasado muy bien en su exitosa gira por Nueva York, Chicago y Los Ángeles, y a pesar del miedo que les daba América, han vuelto muy contentos.

Entrañable congregación de amigos el Viernes a primera hora para ver a Los Punsetes en lo que venía a ser la culminación de un sueño para algunos, y la causa de mi rotura de promesa a la que aludía en el primer párrafo. Pude saludar a Probertoj, una de las personas que más me apetece que se mude a Madrid, para así poder pelearnos cerveza en mano en lugar de por comments.

La pareja formada por Nacho Olivares y Fino Oyonarte fue sin duda la mejor compañía que se puede tener, no solo en un festival, sino en cualquier otro lugar. Los comentarios más didácticos y también los más acertados de estos tres días salieron de ellos. A destacar el momento en The Pains of being pure at heart, donde cantaban canciones de los Planetas (de los 90, claro) encima ¡y encajaban todas!

Joan Vich me contó tres o cuatro coñas con su habitual agudeza, y supongo que le dio tiempo hasta para tomarme el pelo un par de veces en los pocos minutos que nos dio tiempo a hablar, con las letanías de Jason Pierce de fondo.

Besé fugazmente a David Beef, quien dijo haber disfrutado la tarde anterior (como miembro de Los Destructores) como hacía muchos años que no disfrutaba, y besé también a Ana, que no sé cómo pudo manejarse con su falda por el Fórum sin llevarse consigo todos los vasos que lo tapizaban. ¡Eso sí que tiene arte!

Klaus & Kinski llegaron el viernes a las tantas. Marina se pidió una coca-cola ante la estupefacción general, que disipó de inmediato sacando wiski camuflado en el bote de líquido para las lentillas. Cuentan que luego se olvidó de advertírselo a El mal cuando se lo volcó sobre un ojo, horas mas tarde.

¿A que jode cuando el tío más alto del planeta se te pone delante? Pues si se trata de Jarvis Cocker ni te cuento. Al menos pude comprobar que sí, efectivamente, podría ser Tanis Abellán con un kit de pelo-barba-gafas. Y bueno, Shellac me estaban cargando bastante, así que me marché de allí, y tan pichi.

Casi nos pilla un coche a mí y a los PAL cruzándonos a la salida de A certain ratio. Querían convencerme para que no me fuese a dormir aún. Creo que estaban eufóricos por su actuación acústica, que según David Amargor, fue cojonuda.

En el stand de Myspace el sábado me encontré con Diana Aller. La casualidad quiso que me hubiera puesto el mismo atuendo que llevé el día de su boda (de lo cual ella se acordaba perfectamente) lo que me hizo sentir cutre y bastante poco moderna, esto es; en mi salsa. También allí estaba Fernando Vacas, con quien no hablé del contencioso Russian Red/eureka porque encuentro de muy mal gusto hablar de negocios en un entorno festivo. Bueno, y que a mí no me lo va a contar, tampoco. Maya estaba radiante, como siempre. Así como Ariadna, inigualable cantante de Los Punsetes, a quien le sienta bien cualquier cosa que decida ponerse encima. Impresionante. Borja Prieto me confesó su temor ante la existencia de ciertas fotos de la noche anterior que no recordaba haberse hecho. 

Alondra Bentley había tocado a la una del medio día y tenia marcas del sol. Lo cual no le impidió echarse unos bailes conmigo en Kitty, Daisy and Lewis. Natalia y Ali nos dejaron arrimarnos a ellas en la cola para el baño. Tenían carita de cansadas.

Manuel Romo y Sergi Sanchez debieron salir despavoridos de My bloody valentine en el Auditori. Hacía dos y seis siglos, respectivamente, que no les veía. Sergi dice encontrarse muy a gusto en Barcelona dando clases y no echar de menos Madrid. Romo va a ser padre y se muda a la sierra. Creo que me lo tuvo que repetir varias veces hasta que entendí que no era broma.

A diferencia de lo que le ocurre en otros sitios, Joaquin Reyes podía pasearse tranquilamente sin que apenas le asaltara nadie para hacerle una foto. Él si que se tragó a Neil Young, "porque si abres la Enciclopedia del Rock por la N, el primero que viene es él", me dijo. Que lo gozó, vamos, aunque no sé si tanto como Chumari.

Y así, más o menos todo el rato. Que qué bien que lo pasemos cuando nos juntemos, y que el Primavera Sound es una zona vip en sí misma, vaya.

Comments:
Joder, el Guille imita los movimientos de Morrissey cosa mala.
 
Esta es la crónica más divertida del festival. Rediós, ¿conoces a tanta gente? ¿Y no te agobia?

Y de eso de mudarse a Madrid, nanay. Demasiados vips.
 
tú sí que eres aguda, resalá
 
*probertoj: ¡anda que no te lo ibas a pasar bien aquí!
*joan: tumástúmástúmás
*galeote!: mientras no imite su forma de cantar, por mí, bien.
 
jajaja, pero yo no puedo decir otra cosa de PAL, ya sabes.jaja...

Con Fino y Nacho estuve en una cola de tickets que se nos pasó rapidamente decidiendo si hoy era el día de los cubatas o las cervezas
 
Imprescindible la crónica. Creo que te vamos a pedir una igual en todos los grandes saraos
 
Impresionante la crónica.

Incluido el breve comentario sobre la recogepelotas del indie.
 
como soy profano inocente, y no conozco a nadie, sólo a los que musitan en radio3, esto me ha parecido el quémedices del mundo indie español, lo digo con cariño, soy ávido lector del cuore que le compro(me compro) a mi novia.hace tiempo que quiero ir a un festival de estos para intentar enrollarme con veinteñaeras indie-bohemias gafa pasta desinhibidas de esas que hablan inglés americano de wichita o gothic pin ups post punk estilo la china.creo que fracasaré con ambas.las cordosiesas nunca se abrieron de piernas conmigo.pero no soporto ni a russian red ni a la chillona de annie b sweet.yo soy de amancio prada y de los manic street preachers. felicidades, c.
 
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