20 agosto 2010

 

Enjuto Mojamuto, ¡estás vivo!

Como estáis de vacaciones, cabrones, no os habéis enterado de que Enjuto Mojamuto tiene una serie en internet, que va que se mata, porque cada martes y cada jueves suben un nuevo capítulo y van ya por el veintitantos. Los que andabais taciturnos pensando que con la muerte de Muchachada Nui, moría Enjuto también, os llevaréis una alegría al descubrir ¡Las nuevas e inesperadas aventuras de Enjuto Mojamuto!


Los capítulos son más largos, hay personajes añadidos, y los guiones ahora son a medias entre Joaquín Reyes, Miguel Esteban y John Tones, pero la serie no ha perdido en absoluto su esencia y sigue siendo genial. Como poco, sirve para llenar un poco el vacío producido por la ausencia de Muchachada, en espera de que llegue Museo Coconut, lo nuevo de la troupe chanante, que se rueda en estos días en un recóndito plató del extrarradio madrileño.

Vaya; al escribir "coconut", me ha venido a la cabeza esto. Ríete tú de Vampire Weekend:



Que me aspen (Colorado) si el del centro no es Achero Mañas

12 agosto 2010

 

Los Millones - Santiago Lorenzo

Tengo una pila de libros por leer que últimamente no para de crecer. Por si no fuera suficiente con los que me regalan, los que cojo prestados y los que me encargan que lea, voy a Madrid Cómics la otra tarde y me compro Los Millones.

Probablemente muchos no sabéis que Santiago Lorenzo es el director de cine más singular que hay en España, y seguramente el mejor. Si Mamá es boba o Manualidades no os parecen obras maestras, os podéis ir a la mierda, y decís que vais de mi parte. Yo soy fan de este hombre, de las cosas que cuenta y de cómo las cuenta. Que una mañana que amanecí en Valladolid, me topé con el Café del Norte y me quedé un buen rato con la nariz pegada al cristal, pensando que seguía soñando. ¡Una foto hubiera pedido que me sacaran allí en la puerta, de haber tenido cámara a mano!

Hará como unos mil años, Diego Abad me preguntó si quería saber de qué iba la nueva peli de Santiago Lorenzo: "Pues de uno del GRAPO, que le tocan doscientos millones en la primitiva, pero no puede cobrarlos porque no tiene DNI. La hostia ¿no?". Ya digo que hace mucho de aquello, tanto, que como lo que siguió a Mamá es boba fue una película diferente, yo pensé que aquella idea cojonuda de el grapo y la primitiva se había quedado por el camino. Y después de ver en el cine Un buen día lo tiene cualquiera, su última película hasta la fecha - que yo sepa - no había vuelto a oír nada más sobre él. Ni yo soy la persona más ávida de actualidad que haya en la tierra, ni él debe ser de los que se matan por que se hable de lo que hace o deja de hacer. Le imagino bastante a su aire, y eso hace que me guste aún más.

Por fortuna, algunos usuarios de twitter son gente que tiene dos dedos de frente. Salvo en ocasiones contadas, no les verás escribiendo pedo, ni lloriqueando porque tienen pupa, o retwitteando a troche y moche como si dieran puntos por ello. Los twitters-class existen, y uno de ellos puso un enlace a la editorial que ha sacado este libro. 



Considero que es una gran noticia que Santiago Lorenzo siga haciendo cosas que los demás podamos ver, y que aquella peli que no llegó a hacerse (entonces) por lo que fuera, sea hoy una novela formidable. 

Se lee en dos sentadas, utiliza un vocabulario rico y bonito (¡es posible!), vas viéndola en tu cabeza perfectamente, tiene detalles increíblemente buenos, si muestra miseria lo hace sin drama ni artificios, tiene sus ratos de intriga, de risa, otros que te angustian un montón, y hasta algún truquillo que se ve venir, pero que está bien resuelto. Pero no quiero decir nada más. Lo que quiero es que os la leais y así podemos comentar. Lo estoy deseando.

04 agosto 2010

 

Canal nostalgia: Hoy, helados

Hablar de helados en verano es tremendamente obvio, pero es que estoy emocionada con ese polo llamado Drácula desde que decidí probarlo hace, ehem, un mes. En el DIA los venden por cajas, y por cajas me los estoy zampando. 



Toda mi vida pasé del Drácula porque pensaba que era de regaliz rojo cubierto de regaliz negro. El regaliz negro me gusta, pero el rojo nada. Y además desconocía que de mitad para abajo ¡¡es de vainilla!! Si desprecio helados sin haberlos probado, imaginen la cantidad de cosas infinitamente más importantes que me pierdo por hacerme yo sola una idea completamente equivocada de lo que son en realidad. Me veo con 58 años diciendo "oye, pues El Guincho aquel... ¡hizo un discazo!". Tiempo al tiempo.

Total, que si nunca comí un Drácula de pequeña, ¿qué helados tomaba? 

El Minimilk: El blanco. A veces pienso que este helado se mantuvo en el mercado gracias a un consumo desatado por mi parte. No conozco a nadie que le guste. Yo pensaba que al ser de leche, era nutritivo, de forma que nunca tenía culpa por comer muchos, porque en el fondo me estaba alimentando. Vale, era el más barato.

El Colajet: Cocacola y limón (¿era limón?) coronado con un capuchón de chocolate. Para mí perdía la gracia en seguida porque el primer bocado era el mejor, y yo era de la escuela "lo mejor para el final". Aun así calculo que me comía unos tres millones cada verano, como todos vosotros.

El Nifty: Un fantasmita de vainilla y chocolate, casi casi como un helado Crocanti, que es mi favorito. El palo era de chicle de fresa, pero no recuerdo que estuviese especialmente bueno. Juraría que incluso tiraba a sandía un poco. Agh. Pero es que era bonito.

Superchoc: Chocolate, chocolate y más chocolate. Empachoso hasta decir basta, cosa que no recuerdo haberle dicho nunca a este monumento al grano y la espinilla. El centro era de chocolate sólido, como un Mimerienda en versión frescor. 

Gran Pacific: Helado de limón, tipo sorbete, recubierto de chocolate blanco. Una delicia, una exquisitez. Sin ningún género de dudas, era un helado para gente con clase, y precisamente por ello, un helado incomprendido. Que el dios de los helados lo tenga en su gloria.

Terminaré expresando mi total rechazo hacia el Calippo, el Popeye, el puto Twister, y especialmente a uno de Ondina sabor *menta*, que sólo un degenerado pudo inventar.

Dicho lo cual, les deseo a todos ustedes un feliz y plácido verano.


This page is powered by Blogger. Isn't yours?