22 noviembre 2009

 

The trials of Van Occupanther

Hace tiempo que quería decir en voz alta y clara que este disco es sublime:



Midlake tienen un disco anterior que también escuché mucho en su época, pero de aquel me saltaba algunas canciones. Con este no puedo. La primera me lleva a la segunda, y una detrás de otra cae el disco entero y cuando llega al final me lo vuelvo a poner, y así todo el rato.

Si esto fuera una revista de tendencias tendría que poner lo de "os gustará si os gustan..." (atención) Fleetwood Mac, Radiohead, Coldplay, el Neil Young de Harvest, Alan Parson's Project y toda serie de insufribles grupos de ese pelaje. Pero lo llamativo del asunto es que si estos grupos no os gustan, incluso si - como a mí me ocurre - no podéis soportarlos ni tan si quiera diez segundos, este disco puede que no solo os guste, sino que además os enloquezca. ¿Cómo es eso posible? Pues no me lo explico, pero posible es; en mí tenéis la prueba.

Quizá porque me recuerdan a algunas cosas de Grandaddy. Porque a mi me plantas toda la parafernalia de bosques, cordilleras nevadas, asado, ciervos y cazadores, cosechas y citar la Biblia, y me rindo antes de que se sepa si hay que luchar o no. Me pones tres voces haciendo unas armonías brutales rollito America y me derrito más rápido que la mantequilla sobre una tostada recién hecha.

Midlake van a sacar un nuevo disco en Febrero del año que viene, y en mi lista de deseos ya está apuntado que alguien me los traiga a tocar aquí. Si no, estoy dispuesta a ir yo a verles aunque me quede lejos. Mientras tanto, sigo atrapada en este disco, en la paz que tanta falta me hace y que por suerte en él encuentro.

12 noviembre 2009

 

Popismo


"(...) Cuando la gente describe quién soy, si no dice "Andy Warhol, el artista pop", dice "Andy Warhol, el productor underground". O al menos, eso solían hacer. Pero yo ni si quiera sé qué significa el término underground; a no ser que signifique que no quieres que nadie sepa de ti o te incordie, como en tiempos de Hitler o Stalin. Si ése fuera el caso, no me considero underground, porque siempre he querido hacerme notar. Jonas dice que el crítico de cine Manny Farber, fue el primero en usar la palabra en la prensa, en un artículo de la revista Commentary sobre los olvidados directores de Hollywood con presupuesto limitado, y que luego Duchamp dio una conferencia en alguna inauguración de Filadelfia, donde señaló que la única manera que tenían los artistas de crear algo importante era (literalmente) "cuando se iban bajo tierra" ("going underground"). Pero, por los distintos tipos de películas a los que se aplicaba el término, costaba figurarse qué significaba - a parte, claro está, de "no hollywoodiense" y "no gremial". ¿Acaso quería decir también, arty, "obsceno", freaky, "sin trama", "desnudo", o "escandalosamente retro"? Cuando yo uso la palabra para describir nuestras películas, solo quiero decir que cuentan con muy bajo presupuesto, que se desmarcan de Hollywood y que se suelen filmar en 16 milímetros. (Por suerte, a finales de los sesenta, el término fue retirado y sustituido por "cine independiente", que es como seguramente deberían haberse calificado desde el principio las películas underground.) (...)"


Me gusta leer a Andy Warhol, más que, por ejemplo, contemplar sus cuadros. Disfruto un montón con sus disertaciones e imaginando la vida a través de su enfoque. En éste POPism, viene toda la década de los años sesenta. Aunque está sacado de las cintas que grababa a modo de diarios (y que su asistente Pat Hacket se encargaba de transcribir) se lee más como una novela. Me arrepiento de no haber tenido la paciencia de esperar a cruzarme con una versión original del libro, porque en este ejemplar que he pillado de Ediciones Alfabia algunas cosas no están muy bien traducidas, y está plagado de errores de edición, lo que siempre desespera un poco. Pero hacía tiempo que tenía ganas de leerlo y no pude resistirme cuando saltó de la estantería a mis manos. 

Y ahí estoy, warholizada. Que aunque no siempre me siente muy bien, a veces sí. Y hoy sí, vamos.

04 noviembre 2009

 

Llevar pañuelo siempre es conveniente

A veces pienso que me gustaría vivir bajo un régimen ultra-proteccionista que impidiera a sus ciudadanos constipados acudir a ningún tipo de evento. El pasado finde solo hubo algo peor que las cotorras en el concierto de Francisco Nixon o los proyectos de castrati en el de Astrud; los gérmenes que me lanzaron desde varios flancos y que, por desgracia, no pude esquivar.

Me he entregado al paracetamol de a gramo para poder abordar los múltiples actos que se celebran estos días y que por nada del mundo quisiera perderme, (aunque veo ya que por una cosa o por otra, se me cae de la agenda algo, seguro). Que si en La pequeña Bety Los claveles el viernes y Tortel el sábado; que si Espanto y Anntona alltogethernow en el Ocho y medio el sábado también; que si Tracyanne y su alegría de vivir el domingo en la Heineken. Y un ágape por allí, y un par de pelis que quiero ver antes de que las quiten por allá...

Pero sobre todo, chavales, que yo pincho mañana en el Fotomatón, y ahí no se puede ir en baja forma. Y si pido que ni se os ocurra acercaros a mí para rogarme que ponga la primera canción que se os pasa por la cabeza, no os enfadéis, que esta vez es por vuestro propio bien.


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