15 diciembre 2010

 

Crisol

Alguien podría pensarlo, pero lógicamente, no nací siendo indie. De adolescente ni si quiera tenía idea de la existencia del término, y escuchaba un montón de cosas sin preocuparme de mirar la etiqueta. Durante 2º, y sobre todo 3º de BUP, me dio por escuchar Radio Olé porque era también lo que sonaba en casa de mis amigas cuando nos juntábamos por las tardes a no estudiar. Fue la época de escuchar Pata Negra a saco, de intercambiar discos de Lole y Manuel, Kiko Veneno, Triana o Camarón.

Los domingos por la noche, cogía - con mucho sigilo - los auriculares que mi padre guardaba en el cajón del "mueble del tocadiscos" y metida ya en mi cama, escuchaba un programa que se llamaba Madrid Flamenco, en Onda Madrid. Iba buscando con la ruedecita del dial, a oscuras, hasta que lo encontraba. Como lo que en aquel entonces tenía era un radiocasete en toda regla, grababa un montón de cintas evitando, si era posible, las voces de los locutores (Verdú y Gamboa, que yo aun no sabía quiénes eran). En una de esas cintas, entre cortes bruscos, están las dos canciones que me hicieron prestarle atención por primera vez a Enrique Morente. De alguna manera (¡de qué manera!) sobresalían por encima de las otras; una es Grazalema, la otra es Crisol. (Las dos forman parte del disco Negra, si tú supieras, publicado en 1992 por Nuevos Medios, y que después me regaló mi hermano.) El sonido de la voz, y cuando se superponen varias... eso me dejó turulata.

El día que me presentaron a Morente yo cumplía 23 años. Fue después de un concierto del Omega en Almería. Recuerdo su pelo, todo disparado, y que llevaba una camisa blanca de Moschino, con un estampado de huesitos en negro, y ese detalle tan frívolo, me hizo verle como a un hombre joven. Recuerdo tener algo parecido al miedo, que en realidad era respeto. Estar ahí, hablando, como si nada, y por dentro pensando que madre mía. 

La foto desgastada de aquí abajo, es de la última de las tres noches que Los Enemigos tocaron en La Riviera para despedirse. Pienso que si tuve la oportunidad de hacérsela fue porque él se acercó a este entorno, y no al revés. Si muchos de los que escuchan fundamentalmente música independiente saben hoy día quién es Enrique Morente, es porque él cruzó la valla que a veces parece que separa unos estilos de otros. Y no solo la cruzó; también dejó la puerta abierta.

 en Abril de 2002

En flamenco la verdad es que yo no he avanzado mucho. Sigo escuchando algunas de aquellas cosas que escuchaba a los 16, a veces con un poco de nostalgia. Hoy, desde luego, con una gran pena.

Enrique Morente – Crisol


Comments:
Yo no he seguido nunca el flamenco pero siempre me ha parecido flipante lo que hacía este hombre aventurándose en otros estilos. El otro día leía en una entrevista antigua que decía que estaba preocupado porque cada día le gustaba más la electrónica. Ya me gustaría a mí tener esa amplitud de miras.
 
Consigue usted sorprenderme una y otra vez. No digo más.
 
LA SEÑORITA PATALETA ADEMAS DE UNA DE LAS SEÑORITAS MAS WAPAS DE LA CAPITAL ( PUDE VOLVER A APRECIAR SU BELLEZA, EL OTRO DIA DONDE EL QUE TOCABA EL BAJO ESE TERCER DIA DE DESPEDIDA DE LOS ENEMIGOS ( YO ESTUBE LA PRIMERA NOCHE )TOCABA CON SUS AMIGOS DE LAS HORNADAS IRRITANTES INAKI Y PATACHO )
SABE MUCHO DE LO DICE SOBRE MUSICA Y COMO CASI SIEMPRE TIENE MUCHA RAZON CON RESPECTO A MORENTE, EL SE ACERCO HACIA EL INDIE Y NO AL REVES Y TODOS INDIES O NO SALIMOS GANANDO DE ESE GENIO
DEP
 
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