30 octubre 2005
Pecker
Hoy necesitamos hablaros de Pecker, película aclamadísima en esta redacción, no tanto por razones estrictamente cinematográficas, cómo por la forma de mostrar dos mundos opuestos, a través de unos personajes simplemente estupendos. Quienes conozcan las andanzas de su director, John Waters, ya saben que nada que salga de su cabeza puede ser corriente.
Pecker es la historia de un chaval de Baltimore, que se dedica a hacer fotos a sus amigos y a sus pintorescos familiares; hace fotos de su amigo Matt mientras roba en el supermercado; de su novia en alguna postura sexy en la lavandería; de la pequeña Chrissy, adicta al azúcar; de su abuelita mientras conversa con una virgen de plástico de la que es devota; de los bagabundos que se visten en la tienda de ropa usada que posee su madre; de los boys del antro en el que trabaja su hermana mayor... Fotos que reflejan su vida cotidiana, pero que distan mucho de ser "profesionales", ya que la cámara de Pecker está rota, y todas salen desenfocadas.
Un día consigue que su jefe le deje hacer una pequeña exposición en la cafetería donde trabaja, y una marchante de arte de Nueva York que entra en la cafetería por casualidad, se queda maravillada ante el "trabajo" de Pecker. Decidida a convertirle en un artista famoso, organiza una exposición en Mannhattan, lo que supone un vuelco en la vida de Pecker. El contraste entre el frívolo mundo del arte en Nueva York, y la clase trabajadora (y un poco hortera) de Baltimore, no le traerá mas que problemas.
Algunos de nuestros actores jóvenes favoritos coinciden en esta película y encajan a la perfección en sus personajes: Edward Furlong (hermano pequeño de Edward-diosenlatierra-Norton en American History X) es perfecto como jovenzuelo despistado al que todo se le vuelve en su contra por querer complacer a todo el mundo. Lili Taylor le da un toque muy interesante a la despiadada marchante de arte. Christina Ricci es la novia que siempre está de malas, y le sale muy bien. Y Martha Plimpton está increíble como mariliendre (ya saben, esa chica que sólo tiene amigos maricas y acaba comportándose como la más loca de todas). El personaje de la abuela es genial, junto a esa virgen que susurra ¡full of grace! a cada rato. Pero el mejor es el de la pequeña Chrissy, cuya adicción al azúcar le convierte en un animal feroz cada vez que tiene el mono.
¿Captan lo almodovariano del asunto? Pues claro; no en vano Pedro Almodóvar ha sido siempre muy fan de John Waters (y nosotros de ellos dos).
Las situaciones que se muestran resultan divertidas, pero plantean serias cuestiones acerca del arte y lo que es o no es cool. ¿Por qué alguien encuentra profunda y artística una foto que es, simplemente, mala?¿Cuánto puede durar la atracción que ejerce una persona de provincias en un entorno supuestamente moderno antes de que se rian de ella?
Y....sí; en Pecker pensábamos anoche, irremediablemente, durante el concierto de Prin' la lá en Madrid.
Pecker es la historia de un chaval de Baltimore, que se dedica a hacer fotos a sus amigos y a sus pintorescos familiares; hace fotos de su amigo Matt mientras roba en el supermercado; de su novia en alguna postura sexy en la lavandería; de la pequeña Chrissy, adicta al azúcar; de su abuelita mientras conversa con una virgen de plástico de la que es devota; de los bagabundos que se visten en la tienda de ropa usada que posee su madre; de los boys del antro en el que trabaja su hermana mayor... Fotos que reflejan su vida cotidiana, pero que distan mucho de ser "profesionales", ya que la cámara de Pecker está rota, y todas salen desenfocadas.
Un día consigue que su jefe le deje hacer una pequeña exposición en la cafetería donde trabaja, y una marchante de arte de Nueva York que entra en la cafetería por casualidad, se queda maravillada ante el "trabajo" de Pecker. Decidida a convertirle en un artista famoso, organiza una exposición en Mannhattan, lo que supone un vuelco en la vida de Pecker. El contraste entre el frívolo mundo del arte en Nueva York, y la clase trabajadora (y un poco hortera) de Baltimore, no le traerá mas que problemas.
Algunos de nuestros actores jóvenes favoritos coinciden en esta película y encajan a la perfección en sus personajes: Edward Furlong (hermano pequeño de Edward-diosenlatierra-Norton en American History X) es perfecto como jovenzuelo despistado al que todo se le vuelve en su contra por querer complacer a todo el mundo. Lili Taylor le da un toque muy interesante a la despiadada marchante de arte. Christina Ricci es la novia que siempre está de malas, y le sale muy bien. Y Martha Plimpton está increíble como mariliendre (ya saben, esa chica que sólo tiene amigos maricas y acaba comportándose como la más loca de todas). El personaje de la abuela es genial, junto a esa virgen que susurra ¡full of grace! a cada rato. Pero el mejor es el de la pequeña Chrissy, cuya adicción al azúcar le convierte en un animal feroz cada vez que tiene el mono.
¿Captan lo almodovariano del asunto? Pues claro; no en vano Pedro Almodóvar ha sido siempre muy fan de John Waters (y nosotros de ellos dos).
Las situaciones que se muestran resultan divertidas, pero plantean serias cuestiones acerca del arte y lo que es o no es cool. ¿Por qué alguien encuentra profunda y artística una foto que es, simplemente, mala?¿Cuánto puede durar la atracción que ejerce una persona de provincias en un entorno supuestamente moderno antes de que se rian de ella?
Y....sí; en Pecker pensábamos anoche, irremediablemente, durante el concierto de Prin' la lá en Madrid.
Comments:
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Gran película sí señor.
Yo lo que recuerdo con más cariño es a la inefable Mink Stole (inolvidable Taffy Davenport en "Cosa de hembras") haciendo de vigilante en el colegio electoral.
Yo lo que recuerdo con más cariño es a la inefable Mink Stole (inolvidable Taffy Davenport en "Cosa de hembras") haciendo de vigilante en el colegio electoral.
Uppps...¿Mink Stole?¿Colegio electoral? ¡Tengo que requeteverla de inmediato! Ah, y gracias por lo de bella (balsam)... me reconforta el creciente número de miopes :b
Waters tiene cosas difíciles de digerir, sobre todo de los 70. Pero ésta y Los asesinatos de mamá puede ser un buen comienzo, en plan suave.
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